Aborto ― una abominación continua

Visits: 23

[Nota: esta MS esta disponible en letra mas grandee en nuestra pagina de Espanol.]

Introducción

            El faraón de la época de Moisés ordenó que cada varón hebreo fuera asesinado al nacer (Éxodo 1:16, 22). Las Escrituras lo recuerdan (al igual que todos los hombres que piensan correctamente) como un hombre indescriptiblemente cruel, inmoral y malvado (Hechos 7:19). Los antiguos paganos griegos “exponían” a los indefensos infantes que no querían a los animales salvajes y al clima adverso para deshacerse de ellos, la mayoría actualmente llaman a este comportamiento “bárbaro” e “inhumano.” Herodes el Grande asesinó a todos los niños varones que vivían en los alrededores Belén en el momento del nacimiento de Jesús (Mateo 2:16). Incluso los no religiosos retroceden ante su celosa sed de sangre.

Asesinos en nada en tiempos modernos

            La historia recuerda a Adolf Hitler como un maníaco homicida a gran escala por destruir a 6,000,000 de judíos en el Holocausto en los años treinta y cuarenta. Se dice que Josef Stalin asesinó mucho más de este número de su propio pueblo. El presidente Mao masacró aún más que Stalin. Sin embargo, Hitler, Stalin y Mao incluso fueron poca cosa en comparación con los perpetradores y defensores del aborto legalizado e informal en nuestra nación “civilizada.” En los cuarenta y cinco años transcurridos desde que se dictó la atroz decisión de la Corte Suprema (Roe vs Wade, 22 de enero de 1973), casi 61,000,000 de inocentes e indefensos bebés ha sido asesinados―ya sea en el útero o en el proceso de nacer―por aborto (http://www.numberofabortions.com/).

            Con mucho, la mayoría de estos homicidios se han hecho―y continúan ocurriendo―para la conveniencia de las futuras madres, un sórdido (e intrínsecamente egoísta) medio de control de la natalidad. Los siete jueces con túnica negra (dos disidentes) que pronunciaron esta decisión desde Washington, DC, después de todo, aprenderán que no eran la “Corte Suprema” cuando enfrenten el Juicio del Creador de la vida, con sus manos goteando con la sangre de estos millones de inocentes.

            En una de las grandes ironías de todos los tiempos, el mismo tribunal (aunque no los mismos jueces) dictaminó en 1973 que no era un “castigo cruel e inusual” asesinar a los más indefensos e inocentes de su propia especie (junio de 2008) y que si es un “castigo cruel e inusual” ejecutar a un violador de niños. Estas dos sentencias moralmente reprensibles demuestran lo absurdo, irracional y perverso de nuestros tiempos moralmente trastornados en los que los hombres “llaman al mal bien y al bien mal” (Isaías 5:20, LBLA).

¿Cuándo empieza la vida?

            ¿Qué es el aborto? ¿Es infanticidio o es simplemente la eliminación de un “tejido sacrificable o prescindible”? Para que el aborto sea “asesinato”, el niño por nacer debe ser una persona viva, dependiente temporalmente, pero distinta de su madre. Para los defensores pro-muerte del aborto, el no nacido es simplemente una “pieza de tejido”, comparable a una verruga, un lunar o incluso un tumor, y por lo tanto totalmente prescindible (simplemente un “feto” impersonal). Esto lleva a la pregunta: ¿Cuándo comienza la vida? No hace falta ser Salomón para ver que esta es la pregunta vital de toda la discusión sobre el aborto.

El defensor del aborto responde: “Al nacer”, pero Dios responde: “En la concepción.” Dios le dijo a Jeremías: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones” (Jeremías 1:5). Antes de comenzar a tomar forma esquelética o muscular (es decir, en la concepción), mientras estaba en el útero, Dios reconoció a Jeremías como una persona viva. Esta es la enseñanza bíblica consistente (ver Job 3:16; 10:11; Sal. 51:5; 139:13-16; Isaías 44:24; 49:5; y otros).

            La ciencia médica generalmente establece el comienzo de la vida en la concepción. En 1984, 61 médicos firmaron una declaración titulada “El máximo respeto por la vida humana,” dos de los cuales fueron ex presidentes del Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología. Decía en parte:

Instamos a todos los que participan en el debate sobre el aborto a reconocer que un tema central en el discurso debe incluir la aceptación del hecho de que el aborto inducido causa la muerte de un ser humano vivo (Énfasis DB) (Aborto: ¿A dónde se han ido todos los bebés?Tract Society, Garland, TX).

            El Dr. Jim Clark, un ginecólogo que sirvió como anciano en la iglesia durante muchos años, afirma que, desde una perspectiva médica y científica, el embrión está vivo desde el momento de la fecundación (es decir, cuando los espermatozoides se unen con el óvulo). Por lo tanto, una vida humana distinta y separada (diferente al padre y la madre en composición genética) comienza en el momento de la concepción y no en el momento del nacimiento. Es cierto que algunos médicos no están de acuerdo (muchos de los cuales son dueños de clínicas de aborto de alto lucro, por cierto). Sin embargo, significativamente algunos médicos que al principio favorecieron el aborto han cambiado su posición después llevar a cabo varios.

            El “sentido común” argumenta que la vida comienza en la concepción. Algunos defensores del aborto recomiendan cantar o tocar música a los no nacidos con la teoría de que tal influencia los beneficiará. Que extraño. ¿De verdad esperan influir en una “verruga” o un “lunar”―en una mera parte de tejido? Los pro abortistas reconocen la vida en el no nacido en otras formas de vida animal. Los que se juntan por miles para defender el brutal “derecho” de matar a su propia especie en el útero se declararán en huelga de hambre para proteger la vida del águila nonata (sí, saben que es un águila, no simplemente un “feto,” mientras todavía está en el huevo. Irónicamente, algunos se violentarán oponiéndose al derecho del estado a terminar con la vida de un asesino y al mismo tiempo exigirán firmemente el “derecho” de matar a su propia descendencia en su estado más inocente e indefenso.

            Si la vida, la humanidad y la personalidad no inician en la concepción, ¿cuándo comienzan―un día, una semana, un mes o tres meses después de que los espermatozoides fecundan el óvulo? ¿Sobre qué base se determinará esta pregunta tan importante? Si bien hay muchas otras cuestiones cruciales involucradas en este tema sobre las cuales el aborto debería ciertamente rechazarse, el determinar el punto en que inicia la vida es el meollo del asunto.

            Si la vida comienza en el momento de la concepción (como ciertamente sucede), el aborto también constituye un asesinato―uno legalizado, pero no menos asesinato―en la escala más grande jamás conocida. Un cristiano no puede favorecer esta práctica y ser fiel a Dios. Tampoco puede un cristiano ser inocente quien vota por un político o partido político que favorezca esta atrocidad.

Conclusión

            ¿Qué pueden hacer las personas que están preocupadas por este tema?

  1. Ore fervientemente para que en la providencia de Dios este fallo sea revertido pronto (la Corte Suprema actual ya ha atenuado una parte de la decisión de 1973 y existe la esperanza de que eventualmente pueda ser revocada por completo).
  2. Hágales saber a sus representantes, tanto a nivel estatal como federal, que usted aborrece el aborto.
  3. Vote por los candidatos en cada nivel de gobierno que se opongan al aborto y que trabajará en corregir esta tragedia. (Nota: uno de los partidos importantes tiene una plataforma fuerte a favor del aborto y pro muerte, mientras que el otro parte tiene una postura antiaborto y pro vida).
  4. Escriba una “carta al editor” del periódico local para que la incluya en esa sección, oponiéndose al aborto.
  5. Aliente a toda persona que considere abortar a no hacerlo en lo absoluto.
  6. Los ancianos y predicadores deben ver que en las congregaciones locales en donde sirven están conscientes (y se mantienen al tanto) de esta tragedia a través de sermones, artículos de boletines y folletos.

Opongámonos valientemente a esta monstruosa “obra de las tinieblas” (Efesios 5:11), seguros de que Dios bendecirá nuestros esfuerzos.

[Nota: Escribí este artículo y fue publicado originalmente en el boletín semanal The Lighthouse de la iglesia de Cristo Northpoint en Denton, TX. El 24 de Enero de 2016, del cual fui editor. Lo actualicé el 20 de Enero de 2018.]

Reconocimiento: Tomado de TheScripturecache.com propiedad de y administrado por Dub McClish.

Traducido por: Jaime Hernandez.

 

 

 

Author: Dub McClish

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *