Fornicacion y Adulterio

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Fornicación y adulterio fueron una vez, sin lugar a dudas, considerados “pecaminosos”—prohibido por Dios y raíz de vergüenza y desgracia para la vasta mayoría de los ciudadanos Estadounidenses. Lamentablemente tal conducta ha llegado a ser  frecuente, promovida implacablemente por el entretenimiento, campañas publicitarias, modas, la industria de la educación pública y aun algunas iglesias.

Dios nos ha creado con instintos y deseos sexuales. Los términos, fornicación y adulterio, describen actividad sexual fuera de los límites que  Dios ordeno. Estos límites deben por consiguiente ser incluidos en cualquier discusión de estos términos. Si no hubiera dicha limitación no habría tal cosa como fornicación y adulterio, porque “…donde no hay ley, tampoco hay transgresión” (Rom. 4:15). Dios ha emitido una ley sobre este tema, y, como quedara claro, esos quienes ignoran, rechazan, y desobedecen esta ley se convierten así en culpables de fornicación y/o adulterio—y sujetos a la ira de un Santo y Justo Dios, nuestro Creador. 

            La Biblia enseña que la única esfera de relación sexual  inocente envuelve tres elementos:

  1. Esta relación debe ser entre un hombre y una mujer (Gen. 1:27–28; 2:24; Mat. 19:6–9; 1 Cor. 7:2).
  2. Esta relación debe ser entre un hombre y una mujer quienes están casados, entre si (1 Cor. 7.2).
  3. Esta relación debe ser en un matrimonio que Dios autoriza (Mat. 19.6).

Jesus declaro que estas limitantes fueron la voluntad de Dios en el primer siglo, y que han sido asi “desde el principio” (Gen. 2.24), y que, por implicación, serian siempre asi:

El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varon y hembra los hizo, Y dijo: Por esto el hombre dejara padre y madre, y se unira a su mujer, y los dos serán una sola carne? Asi que no son ya mas dos, sino una sola carne; por tanto lo que Dios junto, no lo separe el hombre (Mat. 19:4-6).

            Jesus uso los términos foricación y adulterio en el mismo contexto:

Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio (Mat. 19: 9; 5:32).

Las dos docenas o también “lagunas”, que los hombres han ideado en un esfuerzo por evadir las enseñanzas del Nuevo Testamento sobre matrimonio, divorcio y nuevas nupcias son en gran parte atribuidas al intento de justificar relaciones que envuelven fornicación y/o adulterio. Nuestra nación es un pozo negro moral como resultado.

[Nota: Yo escribí este articulo para ser publicado en el Denton Record-Chronicle, Denton, TX, February 5, 2016.]

Atribución: Impreso de TheScripturecache.com, propiedad y administración por Dub McClish.

Traducido por: Harvin y/o Jennifer Fernández, Nicaragua.

 

Author: Dub McClish

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