Respeto por los términos bíblicos―No. 3

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[Nota: esta MS esta disponible en letra mas grandee en nuestra pagina de Espanol.]

            Gran parte, si no la mayoría, de la división y confusión religiosa en nuestro mundo es el resultado de la falta de respeto y uso de los términos de las Escrituras tal como se usan en las Escrituras. Dado que las mismas palabras de la Escritura proceden del Espíritu Santo (2 Pedro 1:20–21; 1 Corintios 2:13), los términos bíblicos merecen nuestro mayor respeto.

             Considere algunos de los términos que describen a los miembros de la iglesia. Hermanos, santos, hijos de Dios, cristianos, miembros del cuerpo, etc., son términos bíblicos usados para describir a aquellos que han creído y obedecido el Evangelio y han sido agregados a la iglesia. Los términos que generalmente han sido adoptados por el mundo religioso tienen su origen en el Catolicismo Romano. Feligreses es uno de estos términos. Este término se refiere a aquellos que viven dentro de un área geográfica llamada parroquia, la cual está comprometida con un sacerdote o párroco. Los protestantes han adoptado y adaptado el término para referirse a todos los miembros de una congregación local de su pueblo. Tanto el término como el concepto de los límites geográficos de la autoridad religiosa son ajenos al Nuevo Testamento. Los únicos límites geográficos que el Señor puso sobre aquellos que predican y enseñan el Evangelio son “el mundo” y “toda criatura” (Mateo 28:19; Marcos 16:15–16).

             Otro término derivado de distinciones no bíblicas que se originaron en el catolicismo romano es laico (y laicos). El término se toma prestado directamente de la palabra griega laos, que significa “pueblo.” Es usado tanto por católicos como por protestantes para referirse a todos los que no son sacerdotes o predicadores. Aunque el término se encuentra en el Nuevo Testamento, nunca se usa para separar una clase de otra en la iglesia. Se usa para referirse a todo el pueblo de Dios (Tito 2:14; 1 Pedro 2:9), no solo a aquellos que no predican. El término correspondiente (e igualmente antibíblico) a laico es clero. Está tomado de la palabra griega cleros y se usa para referirse a los que no son “laicos,” es decir, a los sacerdotes y predicadores. Pedro usa el término, no en referencia a los predicadores, sino en referencia a las personas en una iglesia local que son supervisadas por sus ancianos (1 Pedro 5:3). Tales términos y sus conceptos erróneos surgieron de la idea falsa de que se deben hacer distinciones entre los predicadores y aquellos a quienes predican. Esta misma distinción no bíblica se puede ver en la vestimenta distintiva (túnicas, cuellos de sombreros, etc.), la doctrina del celibato, el uso de títulos exaltados (Reverendo, Padre, Monseñor) y cosas por el estilo. Todas estas falsas distinciones violan el gran principio de la unidad en Cristo Jesús para aquellos que le sirven (Gálatas 3:28).

[Nota: Escribí este artículo y fue publicado en la columna “Bible Thoughts” de Hood County News, Granbury, Texas, 8 de abril de 1979.]

Atribución: de thescripturecache.com; Dub McClish, propietario y administrador

Translator: Jaime Hernandez.

 

Author: Dub McClish

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